Rodolfo Mendoza/
Si bien es cierto que el presidente, Andrés Manuel López Obrador, se reunió con empresarios y distribuidores de productos básicos, dijo que se comprometieron a no subir los precios, concretamente de los 24 productos que integran la canasta básica, ya que de acuerdo con el INEGI los costos siguen al alza y por lo visto no hay nada, ni nadie que les ponga un tope. La tasa anual de los productos de la canasta básica, superó la de la inflación general y lleva cuatro meses, en la que los incrementos están a la orden del día.
Las amas de casa ya no sienten lo duro, sino lo tupido, por más que estiran el gasto no les alcanza para nada o mejor dicho, para comprar ni la mitad de lo que compraban anteriormente.
El salario mínimo de los trabajadores quedó pulverizado con tantos aumentos, las amas de casa sólo se encomiendan a Dios para encontrar de un día para otro el mismo precio en los productos básicos. Si bien es cierto, en los tianguis los precios no han sufrido incrementos tan desorbitantes, también es cierto que siguen al alza muchos productos que ahí se venden; en tanto que, en los supermercados están a precios inalcanzables, sobre todo las carnes pollo, res, puerco.
Nada más para que nos demos una idea, la cebolla sufrió un incremento en 76%, la papa y otros tubérculos 75.5%, la naranja 52.8%, el huevo 33.5 % el aceite vegetal 26% la tortilla de maíz 15.4%, el pollo 15%, el limón 13.1%, el jitomate 13.4 %, el chile jalapeño 13%, la carne de res, 12.9% la leche 12.5% y asi podemos seguir enumerando otros productos, en donde frutas y legumbres han sufrido incrementos considerables, hay quien dice que ya es un verdadero lujo comer fruta, ya ni siquiera mencionan la carne.
Ese lujo se lo podrán dar los trabajadores en diciembre, que es cuando reciben su aguinaldo, si a esas amas de casa que viven al día, que tienen que pagar renta, luz, agua, teléfono, transporte, que tienen que pagar médico, si esos médicos cuyos consultorios se encuentran a un lado de las farmacias, los que criticó el señor, el científico Gatell, pero que son los más económicos en las consultas que dan, pero que además sacan del apuro al paciente, así se trate de una gripita; si a eso le sumamos a que estas familias tiene tres o cuatro hijos en donde hay que pagar transporte, uniformes, útiles, lunch, ya que la destacada maestra Delfina Gómez cuando estuvo al frente de la Secretaria de Educación Pública, tuvo la brillante idea de quitar las escuelas de tiempo completo, escuelas que les daban de comer a los niños y niñas, y que les permitían a las madres trabajar, ahora se han quedado sin trabajo y tienen que hacer un gasto que no realizaban.
El reto para el Gobierno de la Cuarta T es de pronóstico reservado, qué hacer cuando esos empresarios le digan al huésped de Palacio Nacional no pudimos cumplir, ya que no hay seguridad en las carreteras que permitan llegar los productos básicos a buen destino y así ni llorar será bueno.
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