Todo está dispuesto para disfrutar el Super Bowl LV, un partido al que no le faltan tramas a seguir.Desde el choque de eras entre los quarterbacks, hasta el hecho de que uno de los equipos en cuestión juega en casa, hasta el peculiar ambiente en las tribunas que se vivirá a causa de la pandemia, hay un montón de hechos sin precedentes servidos en la mesa para este súper domingo.
Los Kansas City Chiefs llegan como visitantes administrativos, pero también como campeones defensores. Los Tampa Bay Buccaneers fungen como locales, pero lo son también de hecho, en su propio Raymond James Stadium, con todo y los cañones silenciados.
En el ataque del head coach Andy Reid y el coordinador ofensivo Eric Bieniemy, está claro que la figura principal es el quarterback Patrick Mahomes. Sin embargo, no se pierdan todo lo que sucede en todas partes del campo por mantener la vista fija en lo que hace el N° 15 (que no los culpo si les sucede).
Para empezar, la cantidad de movimiento que verán previo al centro del ovoide en Kansas City será crucial. A diferencia de otros equipos, que suelen poner a un receptor en movimiento con el fin expreso de que la defensiva delate si la cobertura es zona o personal, con los Chiefs tiene que ver con mucho más.
El esquema de Reid es probablemente el mejor en la liga para crear espacios entre los defensivos para que Mahomes coloque sus pases. Kansas City aprovecha al máximo el movimiento previo a la jugada para este fin, moviendo constantemente a Tyreek Hill y al resto de los receptores para colocarlos en posiciones ventajosas respecto a los defensivos, darles unos cuantos metros de ventaja en el recorrido de rutas, o incluso abrir espacios a otros receptores en la alineación que no se mueven tanto, como el ala cerrada Travis Kelce.
Básicamente, los Chiefs están apostando que la defensiva tenga que comenzar a leer y reaccionar a todo lo que ve, incluso, antes de que sea centrado el balón. Reid es un coach veterano entre los veteranos de la liga, pero dirige una ofensiva muy moderna.
Después, en un segundo momento, cuando el balón es centrado, los Chiefs poseen a un número importante de velocista a disposición de Mahomes. Hill es el mejor de ellos, un receptor abierto en el Top-5 de la NFL, y mejor a cualquiera de sus contrapartes del rival en turno, pero subestimar la velocidad de Sammy Watkins o Mecole Hardman sería un error grave. A eso hay que sumarle la imposibilidad que supone cubrir a Kelce en rutas cortas e intermedias. El mejor ala cerrada de la NFL en el 2020 –lejos– suele ser la primera opción para Mahomes en jugadas de pase (lideró al equipo con 145 pases dirigidos este año), y se hizo con una cuarta parte de las recepciones del club, y un porcentaje todavía mayor en yardas por recepción y touchdown por recepción. Seguro, Hill es el jugador más explosivo con que cuentan los Chiefs, pero Kelce es el más consistente para lograr separación. También fue, con distancia considerable, el jugador que mejor movió las cadenas para Kansas City en el año.
Seguro, los Bucs podrían tener al mejor grupo de linebackers en toda la NFL, pero el esquema de Reid hace que Kelce sea indefendible consistentemente.
En cuanto al juego terrestre, los Chiefs también cuentan con un mayor número de opciones que los Buccaneers. En primer lugar, está el novato Clyde Edwards-Helaire, quien deberá estar suficientemente sano para contribuir con la mayor parte de la carga, como ocurrió en la temporada regular. Desde luego, Le’Veon Bell constituye una red de seguridad, particularmente en situaciones de pase donde es un bloqueador extremadamente efectivo, y corre buenas rutas. Sin embargo, el jugador a seguir podría ser Darrel Williams, quien se ha destapado recientemente con dos actuaciones sólidas de postemporada, y podría teenr aportes valiosos en jugadas muy puntuales.
Correr frente a Tampa Bay no será una tarea sencilla, por dos motivos. Kansas City llega al encuentro sin su tackle izquierdo Eric Fisher –quizás el único eslabón débil de toda la plantilla ofensiva–, y enfrente estarán los masivos Ndamukong Suh y Vita Vea, respaldados por Devin White y Lavonte David.
Las mejores opciones por tierra para los Chiefs podrían ser por fuera, pero Kansas City posee aquí, también, un as bajo la manga. Los movimientos previos a la jugada de los que hablamos al inicio también permiten a los Chiefs incluir a Hill, principalmente, y a los otros receptores en jugadas por tierra, con un alto porcentaje de efectividad hacia el perímetro. Contra Kansas City, hay que cuidarse de todo.
Finalmente, hay un comodín final para los Chiefs, que es la movilidad de Mahomes. Si los Bucs no juegan con disciplina a la hora de presionar, Mahomes les hará mucho más daño fuera del bolsillo que dentro de él. El quarterback de Kansas City posee una habilidad única en la liga para lanzar en movimiento, ya sea a la derecha o a la izquierda, y utilizando casi cualquier ángulo de brazo imaginable, para colocar el ovoide con la precisión de un dron militar campo abajo. Por si fuera poco, no teme lanzar con el brazo izquierdo, en caso de ser necesario. El nivel de confianza con que juega Mahomes es su mejor aliado, y a partir de allí, la fórmula de la destrucción de los rivales.
Pronóstico: La ofensiva de los Chiefs no va a anotar en todas sus posesiones, por más que parezca que lo pueden hacer. Sin embargo, me cuesta trabajo creer que Tampa Bay tiene con qué frenarlos en más ocasiones de las que cedan touchdowns en el partido. Veo hoy a un ataque de los Chiefs con mayor nivel al que lo ganó todo el año pasado.
Los factores X del Super BowlSebastián M. Christensen nos describe quiénes serán los jugadores que sorprenderán en el Super Bowl LV.
Cada serie ofensiva de Tampa Bay será histórica. Será la décima aparición de Tom Brady en el Super Bowl en 21 años de carrera, algo que es mucho más sencillo decirlo que hacerlo. Para ponerlo en perspectiva, de los 21 años que Brady tiene en la NFL, ha sido titular en 19 temporadas completas, es decir, prácticamente la mitad de su carrera ha llegado al gran juego.
Pero Brady no está solo, está rodeado por una gran cantidad de talento a la ofensiva, con los corredores Ronald Jones II y Leonard Fournette castigando a las defensivas rivales con su combinación de fuerza y velocidad, por si fuera poco, tiene a su disposición a jugadores como Chris Godwin, Mike Evans, Cameron Brate, Rob Gronkowski y Antonio Brown en el juego aéreo, no por nada Brady terminó en el tercer lugar de la liga con 4,633 yardas lanzadas en la temporada regular.
Fournette y Jones se han combinado para 289 yardas terrestres en tres partidos de postemporada y han logrado mover las cadenas las veces que Tampa Bay lo ha necesitado. Esta es un arma que los Bucs pueden explotar considerando que Kansas City se ubicó en la posición N° 21 de la liga en defensiva contra la carrera al permitir 122.1 yardas terrestres por partido durante la temporada regular.
Durante la temporada regular Jones fue quien tuvo la mayoría de los acarreos con el 52 por ciento del total del equipo, el doble que Fournette (26 por ciento), además fue responsable por el 64.3 por ciento de las yardas terrestres y 44 por ciento de los touchdowns. Fournette, por su parte, colaboró con el 24.2 por ciento de las yardas y 37 por ciento de las anotaciones terrestres (el 19 por ciento restantes fueron de Brady), brillando en un papel limitado con los Buccaneers que le ha permitido tener piernas frescas en los playoffs.
Debido a una lesión en el cuádriceps que marginó a Jones en la Ronda de Comodines, Fournette ha asumido un papel más importante en la ofensiva de Tampa Bay.
Si el monstruo de dos cabezas de los Buccaneers no logra sorprender a la defensiva, entonces todo recaerá en Brady y sus armas… esa tampoco es una buena noticia para los Chiefs.
Brady es el líder en la postemporada en yardas aéreas (860) y pases de touchdown (siete) a pesar de no contar con Brown en el Juego por el Campeonato de la NFC por una lesión en la rodilla. Brown está reportado como cuestionable para el partido, pero de acuerdo a Adam Schefter de ESPN, el receptor estará presente en el Super Bowl, así que toda la baraja estará disponible para el quarterback.
Godwin es el blanco predilecto de Brady con 14 recepciones para 223 yardas y una anotación, seguido por Evans con 10 recepciones para 173 yardas y dos touchdowns.
Durante la temporada regular, Brady repartió el balón de manera similar entre Evans (17 por ciento), Godwin (15 por ciento) y Brown (15 por ciento), con Evans siendo el líder en producción de yardas aéreas (21 por ciento) y touchdowns (31 por ciento). Más abajo está Gronkowski con 11 por ciento de las recepciones del equipo y 17 por ciento de las anotaciones, el segundo mayor porcentaje a la ofensiva.
Fournette igualó en porcentaje de recepciones con Scotty Miller (8 por ciento), superando a Jones y Brate que colaboraron con 7 por ciento cada uno.
Sé que a estas alturas es un pecado criticar a Brady, pero ha tenido problemas durante toda la postemporada para localizar a sus receptores y eso representa un riesgo enorme para las aspiraciones de los Buccaneers.
Brady ha acertado la mitad de sus pases cuando busca a sus receptores. Ha buscado a Godwin en 28 ocasiones, pero el receptor solo ha atrapado 14 de esos envíos, con Evans son 21 envíos por 10 recepciones, Brown tiene apenas tres recepciones en seis pases en su dirección y Gronkowski suma dos en siete envíos.
Brady tiene en total 60 pases completos en 109 envíos con siete intercepciones, es decir, ha completado apenas el 55 por ciento de sus pases, lo que representa la segunda peor cifra de todos los quarterbacks que jugaron en los playoffs, solo por delante del 40.7 por ciento de Russell Wilson. En contraste, su rival Mahomes es el líder con 73.5 por ciento de pases completos (50 de 68) con cuatro touchdowns y ninguna entrega.
Si hay alguien capaz de sobreponerse a la adversidad en las últimas dos décadas ese ha sido Brady, quien logró remontar una desventaja de 28-3 en un Super Bowl para vencer a los Atlanta Falcons, pero será interesante no perder de vista si continúa con este patrón de imprecisión o logra corregirlo en el momento más importante del año.
Pronóstico: La historia nos ha enseñado que no es muy inteligente apostar contra los equipos de Brady, sobre todo en un Super Bowl, sus éxitos lo avalan, pero me parece que este domingo seremos testigos de un cambio de estafeta entre el quarterback más ganador de todos los tiempos y el que parece estar llamado a tomar su lugar en la NFL.
Los Chiefs fueron más consistentes durante la temporada regular y me parece que muchos han menospreciado su defensiva, que no debemos olvidar está dirigida por Steve Spagnuolo, el mismo que se ha encargado de detener a Brady en dos apariciones previas en el Super Bowl.
Fuente: ESPN
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