- El tricolor olímpico golea con gala 4-1 al cuadro galo
POR SABAS HERNÁNDEZ/
México gusta, gana y golea. El Tricolor destrozó a Francia. Lo venció 4-1, resultado que pudo ser aún más abultado en el debut en los Juegos Olímpicos.
Después del desempeño de la selección mexicana en el Estadio de Tokio, al menos es legítima la ilusión de obtener medalla en esta justa.
Alexis Vega al 47′, Sebastián Córdova al 55′, Uriel Antuna al 80′ y Eduardo Aguirre al 90′ anotaron por México. André-Pierre Gignac, de penal, había acercado a los franceses.
Todos los goles cayeron en el segundo tiempo.
México jugó con autoridad. De no ser por un despiste defensivo, que terminó en el penal cometido por César Montes (otro que había tenido un partido casi impecable), el trámite del juego pudo ser más tranquilo.
Al 47′, Diego Lainez rompió la cintura dos veces a Caci y mandó un centro a la altura del punto penal, justo al movimiento de Vega, uno de los más brillantes del Tri y quien remató a contrapié del guardameta, el 1-0 para los de Jaime Lozano.
Carlos Rodríguez jugó como si fuera uno de los refuerzos, brillante en la recuperación y en la generación de acciones ofensivas, como en aquel pase al 55′ a Córdova, jugador que maneja los dos perfiles y quien de zurda y con el empeine incrementó la ventaja.
Antuna, al 80′, hizo una diagonal desde la derecha hacia el centro y con un zurdazo le regresó la tranquilidad al equipo mexicano.
Aguirre anotó en el primer balón que tocó, al entrar por Henry, otro de los que mostraron su peso a la ofensiva como refuerzo.
México dejó mejores sensaciones en el primer tiempo a través de la circulación de balón. Destacaron Jorge Sánchez por la banda derecha, Rodríguez en la contención y metros más adelante elementos como Córdova, Diego Lainez y Vega.
Francia sufría. La claridad que el equipo ganaba cuando la pelota pasaba por Savanier la perdía cuando llegaba a Florian Thauvin. El de los Tigres, pegado al poste derecho, abusó de la diagonal hacia el centro, sin poder superar a un sólido Johan Vásquez, quien junto al “Cachorro” Montes dieron cátedra de autoridad.
El otro elemento francés de la Liga MX, Gignac, apenas tuvo un remate de cabeza que sirvió más para los fotógrafos que capturaron el lance de Ochoa que para realmente inquietar al guardameta mexicano.
Los galos equilibraron el partido a través de lo físico. Las constantes faltas, de ambos bandos, le quitaron ritmo al Tricolor, que sudó frío en un tiro potente de Nordin bien desviado por Memo.
De los refuerzos mexicanos, el más apagado en el primer tiempo fue Luis Romo. El campeón cruzazulino despertó hasta el 40′, con esa facilidad para incorporarse al ataque que incrementó los predicamentos franceses.
La selección mexicana fue seria en todo el partido, desde el primer minuto, y eso la tiene con sus primeros tres puntos en el Grupo A en el que también compiten Japón y Sudáfrica.
El domingo 25, enfrenta a los anfitriones, partido al que llega con un tremendo tanque en lo moral, toda vez que en lo deportivo dejó las mejores sensaciones en este debut.
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