Por Guillermo MAR PÉREZ
En charlas de banqueta, ya es imposible decir “de cafetería”, debido a la pinché inflación, me aseguran que “ahora si va en serio” acabar con la corrupción. Que la gobernadora electa, Delfina Gómez, enviará a la cárcel a todos los servidores públicos practicando este mal, que tanto daño causan a la ciudadanía, en especial a la más jodida. Yo les contesto: ¡no mamen! A poco va a meter al bote a todos, y todas, los alcaldes de su partido, PMRN, duramente cuestionados de rateros. Sí alguno que está leyendo esta pendejada y sabe de algún edil que sea honesto, acepto soberana mentada de madre. Desde hace muchísimos años he escuchado la promesa de campaña de quienes ocupan el poder, de que “acabaremos con la corrupción y las injusticias”. Llegan al poder y las cosas siguen igual o peor. La corrupción no es fácil eliminarla, ya que los que detectan el poder llegan muy comprometidos y,eso si, la única forma de eliminarla es que el pueblo se ponga al pedo. Cosa que nunca sucederá debido a que somos cobardes, agachados y muy hocicones, de ahí en adelante todo va “bien chevere”, es más…me vale madre todo. HE dicho.
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