De la Ciudad
Por Guillermo Pimentel Balderas
Las Normas Oficiales en materia de salud (NOM) que el gobierno federal quiere desaparecer privarían a la población en general de la posibilidad de ejercer su derecho constitucional de recibir una atención médica de calidad que tanto pregona el presidente López Obrador. En el caso de enfermos tipificados, quedarían en la indefensión para exigir a la autoridad responsable cumplir sus obligaciones, con el riesgo de un cataclismo salubre.
Así de grave es, pues de las 34 NOM que, el gobierno “Cuatrista” quiere cancelar, las más destacadas por su impacto de los mexicanos están: NOM-015-SSA2-2010, para la prevención, tratamiento y control de la diabetes mellitus; NOM-030-SSA2-2009, para la prevención, detección, diagnóstico, tratamiento y control de la hipertensión arterial sistémica; NOM-014-SSA2-1994, para la prevención, detección, diagnóstico, tratamiento, control y vigilancia epidemiológica del cáncer de cuello uterino; y, NOM-041-SSA2-2011, para la prevención, diagnóstico, tratamiento, control y vigilancia epidemiológica del cáncer de mama.
Afortunadamente, habrá foros de análisis y reflexión, con expertos de salud, que abrirá el Comité Consultivo Nacional de Normalización de Salud Pública (CCNNSP), al aplazar hasta la primera semana de septiembre su cancelación, ya que se espera que se logre actualizar dichas normas existentes y evitar su anulación.
Los inquietos empresarios socios de la COPARMEX CDMX (que preside Armando Zúñiga Salinas), consideraron que no es este ni ningún otro el momento para retirar estas normas que permiten garantizar y vigilar los estándares de calidad regulatoria que brindan seguridad jurídica a los pacientes, al mismo tiempo que protegen a la población y a los usuarios de tales servicios y productos.
De acuerdo al boletín informativo del Sindicato empresarial capitalino, las NOM canceladas en el Suplemento al Programa Nacional de Infraestructura de la Calidad publicado el 1 de junio de 2023 en el Diario Oficial de la Federación, carecían de justificación o motivación pública, y se relacionan con enfermedades de alta prevalencia en México.
Además de que, determinan los estándares de atención y calidad para ellas, desde medidas preventivas para combatirlas hasta dar certeza sobre los derechos y obligaciones de los establecimientos que prestan servicios, no sólo en el sector público sino también en el sector privado. ¡Suerte!
Otras fichas
¡Lacras políticas!- Especialistas y académicos en materia política electoral han señalado que los “trapecistas” o “chapulines”, se preparan para seguir sustrayendo del erario público sus honorarios; por ejemplo, en especial de Morena, con tan solo ser sumisos de la “4T”. Para el proceso electoral 2024, tanto del Ejecutivo como en el Legislativo, ya empezó la desbandada de serviles al pedir solicitudes de licencia o renuncias con miras a ocupar otros cargos, con más vida política y económica.
Por desgracia, aseguran que en México (a diferencia de otros países que siguen funcionando pese a procesos electorales) no se ha podido implementar un esquema de carrera en administración pública y por lo tanto cada que hay elecciones, los políticos se mueven y las dependencias o el Congreso se paralizan. ¡Qué sinvergüenzas!
¿”Corcholatitas”? Hasta ahora, se apuntan para la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México: Clara Brugada (Iztapalapa-Morena), Santiago Taboada (Benito Juárez-PAN), Lía Limón, (Álvaro Obregón-PAN), Adrián Rubalcava (Cuajimalpa–PRI), senadora PAN Kenia López Rabadán, diputada federal PRI, Cynthia López Castro; diputado federal PRD Luis Cházaro y diputado capitalino PRD Víctor Hugo Lobo. Siguiente entrega, “Corcholatitas” a alcaldías.
Dice mi abuelita: PEMEX, ¡una desgracia!… Ya sabes quien… ¡trastornado! ¡Qué compunción!
Correo: guillermo.pumageneracion1979@gmail.com
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