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Elizabeth Mateos Hernández, coordinadora de la asociación parlamentaria Mujeres Demócratas, aseveró que un alimento en mal estado puede provocar la intoxicación de las personas e inclusive su muerte, de ahí la importancia de que restaurantes y todos aquellos establecimientos donde se sirvan alimentos cumplan con las más mínimas normas de salubridad para su funcionamiento.
Por eso, la legisladora propuso, a través de un punto de acuerdo, exhortar a la secretaría de Salud, a la Agencia de Protección Sanitaria y las 16 alcaldías, todas de la Ciudad de México, para que realicen visitas de inspección sanitarias a los establecimientos mercantiles cuya actividad sea la venta de alimentos y bebidas, con el propósito de prevenir, minimizar y eliminar riesgos que pongan en peligro la salud de los consumidores.
Los establecimientos públicos de alimentos y bebidas en la Ciudad de México son uno de los pilares más importantes a nivel social y económico, a través de ellos, se refleja una verdadera muestra de cultura gastronómica arraigada desde nuestras tradiciones, además de generar una derrama económica considerable, afirmó.
La ciudad cuenta con una amplia oferta gastronómica que es ofrecida en miles de restaurantes, cafeterías, cocinas, lugares donde se ofrecen alimentos y son visitados tanto por la población local como por turistas nacionales y extranjeros. Sin embargo, no todos los establecimientos cumplen con las más mínimas normas para su funcionamiento, explicó la también integrante de la Junta de Coordinación Política.
Los establecimientos que ofrecen como giro principal el servicio de venta de alimentos preparados, deben contar con permisos y requisitos para su funcionamiento, tales como la licencia de funcionamiento, el registro ante el SAT, el permiso de uso de suelo, el programa interno de protección civil y, sobre todo, el aviso de funcionamiento sanitario recordó.
Además, subrayó, los restaurantes deben de contar con los estándares para la preparación de alimentos, como las NOM 251-SSA1-2009 que establece las prácticas de higiene para el proceso de alimentos, bebidas o suplementos alimenticios, y la NOM 127-SSA1-1994, sobre los límites permisibles de calidad y tratamientos a que debe de someterse el agua para su potabilización.
Cuando se trata de un negocio donde se ofrecen alimentos se debe poner especial atención, son lugares históricamente constituidos como puntos de encuentro social y convivencia para el disfrute de las personas, sin preocuparse por el estado de los alimentos, señaló.
A través de redes sociales, es común ver imágenes y vídeos de las condiciones de las cocinas y los alrededores de algunos restaurantes del Centro Histórico e inclusive de plazas comerciales, donde la fauna nociva deambula por los pasillos de los comedores y de las cocinas, además de observar la nula higiene de los empleados para lavar enseres y utensilios de cocina, informó la legisladora por Iztacalco.
Actualmente la Ciudad de México no cuenta en la actualidad con un diagnóstico claro sobre plagas y fauna nociva, por ende, tampoco cuenta con un plan de control, de ahí la importancia de este exhorto para que las autoridades correspondientes, aumenten y refuercen las visitas de fomento sanitario a los restaurantes y demás establecimientos donde se expendan alimentos, a fin de evitar un posible brote por intoxicación alimentaria, finalizó Mateos Hernández.
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