LO QUE NO FUE NO SERÁ
Para unos el Covid-19 es un enorme distractor para olvidar los resultados de la Cuarta Transformación; para otros el causante de la baja del nivel de aprobaciòn del Presidente López Obrador por el mal manejo de la contingencia sanitaria
POR MARKOFLOS
Ante la contingencia sanitaria que se vive en el país por la pandemia, todo mundo se pregunta si la llegada del coronavirus será la puntilla para las aspiraciones de la Cuarta Transformación.
Pero para muchos le vino como caído del cielo al mesías, pues es el mejor distractor para dejar de evaluar sus resultados.
Transcurrió ya el primer trimestre del segundo año de gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador y los resultados en materia económica e inseguridad son negativos.
Se había anticipado que este segundo año sería decisivo. Millones de mexicanos todavía confían y están llenos de esperanza en que la Cuarta Transformación nos lleve a mejores estados de vida.
Aún sus adversarios deberían esperar que le vaya bien al Presidente de la República y su gestión por una sencilla razón: Si le va bien al Presidente, le va bien a los mexicanos y le va bien a México.
En repetidas ocasiones el Presidente López Obrador ha expresado que la suerte lo ha acompañado en su carrera política, como en su primer informe cuando dijo: “Confieso que hemos contado con suerte. Maquiavelo decía que la política es virtud y fortuna, suerte”.
NO HAY LUZ PARA EL CRECIMIENTO ECONÓMICO
Recordemos que en 2019 sólo alcanzamos un crecimiento del 0.1 %, y las primeras proyecciones para 2020, antes del coronavirus, ya rondaba como máximo un 1%, pero lo lamentable es que no hay señales claras para que los empresarios decidan invertir, como factor esencial para reencontrar el camino del crecimiento económico.
Ante ese escenario inicial, ya llego la crisis mundial ocasionada por el coronavirus y que en los próximos días está en puerta la fase 3, tan es así que el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, ya exhorta a la población a no salir a la calle con la frase ‘Quédate en casa”… y es que el principal problema que se tiene es una infraestructura institucional con grandes problemas, por el desabasto de medicamentos y por la transición al Insabi, además de la falta de camas para atender a todos los contagiados en etapa crítica.
Es innegable que el coronavirus impactará a México, como a todo el mundo, en la salud y en la economía. Sin embargo, irónicamente podría ser el mejor pretexto y la justificación ideal para el proyectado “fracaso” de la Cuarta Trasformación.
CIFRAS NEGATIVAS EN ECONOMÍA
Y es que en medio de la catástrofe económica mundial se perderán las cifras negativas en crecimiento económico que ya se proyectaban desde hace unas semanas. El Bank of América acaba de dar a conocer cifras estimadas de crecimiento económico 2020: México (-) 4.5%, Estados Unidos (-) 0.8% y China (+) 1.5 %. A esto hay que agregar que el precio de barril del petróleo está más barato (a precios reales) que en 1938, año de la expropiación del petróleo en México, que se acaba de “celebrar” en este mes de marzo.
A 17 meses de su toma de posesión, los retos que esperan al Presidente son enormes. Millones de mexicanos confían todavía en su liderazgo. La fortuna -su capacidad para afrontar adversidades-, apoyado en un equipo de trabajo leal, pero capaz y eficaz, deberían ser factores determinantes para alcanzar las metas de su gobierno.
Podría la crisis del coronavirus ser un punto de inflexión para revisar qué se ha hecho mal o qué se ha dejado de hacer para que, pasada ésta, se realice un verdadero golpe de timón para reencauzar a la Cuarta Transformación. Si no se hace, nos va alcanzar el destino y cuando esté por concluir el sexenio, o antes, se verá que ha sido demasiado corto el tiempo para consolidar la tan anhelada transformación nacional.
YA SE PLANEA CULPAR AL CORONAVIRUS PARA LA CRISIS QUE SE AVECINA
Ya se oye que se hará evidente que no se habrán alcanzado las metas de la Cuarta Transformación por culpa del coronavirus, además de los ya conocidos y referentes “culpables” como los neoliberales, la mafia del poder, los conservadores y la prensa fífí.
El Presidente, en un ejercicio de autocrítica y con colaboradores capaces y leales que le puedan hablar con la verdad, debe revisar todo lo que prometió versus lo logrado. Es de sabios rectificar. En campaña dijo de manera reiterada que regresaría al Ejército a los cuarteles y no lo utilizaría para la Seguridad Pública ni para combatir al narcotráfico… y ya todos vimos cuál es su participación en la nueva Guardia Nacional, y cómo ha actuado contra los migrantes centroamericanos.
Prometió austeridad y luchar contra la opulencia… y resulta que se llevó a su familia a vivir a un Palacio Nacional que es un “Museo Nacional” de lujo, pero que pertenece al pueblo.
Se comprometió a meter a la cárcel a los corruptos y no utilizar la impartición de justicia con fines políticos (caso Rosario Robles), pero resulta que no sólo ha actuado contra los ‘peces gordos’ del sexenio pasado, sino que resucitó a dos emblemas de la corrupción transexenal: Napoleón Gómez y Elba Esther Gordillo, y la pregunta que surge es ¿como para qué..? Ya lo sabremos a medio sexenio.
Aseguró hasta el cansancio -de ganso- que el crecimiento económico sería del 4% desde el principio de su mandato y no llegó al 1% el primer año, peor de lo esperado, cero crecimiento.
REVERSA A REFORMAS ESTRUCTURALES
Puso en marcha la reversa de las reformas estructurales fundamentales que el país necesitaba desde hace 25 años y que por fin se había logrado en el sexenio pasado. Canceló la Reforma Educativa mediante una contrarreforma que destruye los avances en materia de evaluación autónoma ,el INEE, y devuelve a la CNTE y al SNTE la facultad de intervenir y decidir en la entrega de nuevas plazas docentes… Otra vez la pregunta ¿para qué..? Ya lo sabremos a medio sexenio.
Cancela la Reforma Energética en aras de la defensa de la “soberanía” y pone en manos de un agrónomo la más importante empresa de los mexicanos, Pemex, y en la otra igualmente importante, CFE, desconocer contratos internacionales -el caso de las empresas canadienses, celebrados en el marco de la ley con anterioridad-.
Había prometido a varios empresarios involucrados analizar la viabilidad de continuar con la construcción del aeropuerto de Texcoco. Su primera y más polémica decisión: ordenar la cancelación de la construcción de un nuevo aeropuerto internacional que después de 20 años de intentarlo por fin se construía. Lo más grave no fue cancelar la construcción del aeropuerto de Texcoco, sino el mensaje que envió a los empresarios: la desconfianza para invertir.
En materia de salud se ha tenido el mayor desabasto de medicinas en el IMSS (renuncia Germán Martínez) y la destrucción del “Seguro Popular” han puesto en riesgo la salud de millones de mexicanos que ya se atendían en esa institución; canceló las estancias infantiles de un plumazo afectando a cientos de madres de familia trabajadoras.
‘AL DIABLO LAS INSTITUCIONES’
Por si lo anterior fuera poco, no ha perdido oportunidad para atacar instituciones autónomas como INE, CNDH, INEGI, INAI,Coneval y órganos reguladores como CRE y CNH, e incluso al propio Poder Judicial; disminuyó de manera significativa presupuesto para la investigación científica y desarrollo tecnológico…Cobra vigencia su frase de años pasados: “Al diablo las instituciones”.
Otro asunto que tendrá funestas consecuencias en unos pocos años fue echar a la basura la capacitación, experiencia y preparación de más de 20 mil servidores públicos de mandos medios y superiores, la mayoría de ellos desplazados por un drástico, improvisado y fulminante recorte, otros orillados a renunciar porque de forma arbitraria se les redujo su ingreso hasta en un 50%, por aquello de que nadie debe ganar más que el Presidente de la República, toda vez que al Primer Mandatario se le ocurrió que su salario debería ser de máximo 108 mil pesos mensuales, sin haber realizado un estudio y diagnóstico técnico en materia de remuneraciones.
Parece que la administración pública, en aras de una “austeridad populachera “ que a la larga saldrá más cara, dejó de practicarse como una ciencia para dar paso a la improvisación, sustitución de capacidad y experiencia por 10% en capacidad y 90% en honestidad. Caso CNDH y FCE (ley Taibo), designaciones que más parecen pagos de cuotas partidistas, cuando no burdo amiguismo y nepotismo. Políticas públicas y proyectos, sin sustento: Refinería Dos Bocas, el Tren Maya y Santa Lucía.
Se destruyó el Instituto de Emprendedores que era un mecanismo técnico de financiamiento a jóvenes con iniciativa para la formación de nuevas empresas micro, pequeñas y medianas. En vez de ello, millones de jóvenes emprendedores o no, preparados o no, con o sin deseos de superación, tienen ya un considerable ingreso… y aquí otra vez la pregunta ¿como para qué…? Ya lo veremos a mitad del sexenio.
COVID-19, ‘MORTAL’ PARA TEMAS RELEVANTES DEL PAÍS
Es indudable que la crisis del coronavirus ha sido ‘mortal’ para acabar con todas las informaciones de gran relevancia en el país, pues ya no importan temas como el trenazo de Tacubaya, causas del accidente de la gobernadora de Puebla Martha Erika Alonso y su esposo Rafael Moreno Valle, los feminicidios, la inflación, la cotización del dólar, la inseguridad, todas las noticias han ‘muerto’ por el Covid-19 que marca la agendia mundial y México no es la excepción.
Pese a lo antes mencionado, el coronavirus no ha sido un factor de “suerte” para que el liderazgo del Presidente de la República conserve sus altos porcentajes de aceptación, pues su nivel de aprobación bajó muy drásticamente: en 49 por ciento según Consulta Mitofsky… y aún no lleva dos años de gobierno.
Definitivamente en estos momentos el coronavirus marca la agenda mundial y México no podría ser la excepciuòn… y todo indica que la Cuarta Transformación capitaliza muy bien esta pandemia para que nadie recuerde lo ha logrado (si es que lo hay) contra lo que se prometió.
El Covid-19 es el pretexto ideal para justificar la falta de resultados del gobierno de la Cuarta Transformación. Podría la crisis de esta terrible epidemia mundial ser motivo de reflexión cuando todos nos encontremos en nuestros hogares fuera de nuestras actividades normales, trabajo, escuela.
En el caso del Presidente sin eventos masivos, giras e incluso sin mañaneras. Podríamos millones de mexicanos sacar algo positivo de esta “crisis”. Revisar qué podemos corregir de nuestras vidas. Qué rectificar para mejorarnos nosotros mismos, nuestras familias, amigos, relaciones de trabajo, adversarios sean políticos o de negocios. Al final las partes seremos la suma del todo, la Nación.
ELEGIMOS UN GOBERNANTE
Podremos, pasada la contingencia sanitaria, retomar el camino que merece México. Una Nación más justa y próspera con mejor educación y salud. Menos pobres -aunque sean primero- y menos desigualdad.
O después de la crisis seguir en la incertidumbre y al final del sexenio decir “lo que no fue no será”.
Un consejo para el Presidente AMLO: Nos gobierna un gran líder, queremos que actúe como un verdadero jefe de Estado, por eso se votó para él, elegimos un gobernante y como tal debe estar a la altura de las circunstancias. Que mandate pensando en la siguiente generación, no para las siguientes elecciones. Estamos a tiempo de un mejor México… y por el bien de todos.
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