Por Rodolfo Mendoza/
Con la sucesión presidencial adelantada, desde hace más de un año, el presidente Andrés Manuel López Obrador echó a andar la maquinaria destapando a sus corcholatas. Si fue un distractor, logró su objetivo. Ante la falta de resultados, había que distraer la atención del pueblo bueno y sabio, aunque dicen los que saben, que fue otra más de sus ocurrencias que se dan a diario. El hecho es que sus corcholatas tienen que distraer recursos públicos para promocionar su imagen, dejan de atender la problemática de sus dependencias, para dedicarse a recorrer el país y así lo ha venido haciendo la corcholata favorita de AMLO la “Científica” Claudia Sheimbaum, que nadie la conoce fuera de la Ciudad de México, por ello acude a todos los eventos políticos que vienen haciendo los gobernadores de la nomenclatura, ha ido a sus tomas de posesión, también se le ve sonriente en todas esas escapadas de los fines de semana, principalmente los domingos, que dice es su día de descaso y que deja de ser Jefa de Gobierno, por lo que acude a todos los eventos políticos del Presidente y es que le han dicho que ella es la buena para el 2024 y Andy López Beltrán para el 2030, así está establecido en el legado del tabasqueño. El uso de recursos públicos, porque ni quien le crea que echa mano de su sueldo para promocionarse, y por ello vemos el piso tan disparejo a lo largo y ancho del territorio nacional, las bardas que hacen alusión “QUÉ ES CLAUDIA” .
La favorita del mesías, es tanta su felicidad que ya hasta anunció su boda, la señora Jefa de Gobierno también ha movido sus piezas y echando mano de la honesta, vulgar y poco ética gobernadora de Campeche Layda Sansores, quien fue el medio para golpear al líder de los senadores de MORENA, Ricardo Monreal Ávila, de quien se dice su salida del partido guinda quizá se dé en esta semana, con esto seguramente se va a generar un resquebrajamiento al interior de MORENA, como también sucederá en la Cámara alta, también muchos diputados Federales le han brindado su apoyo.
Por su parte, el canciller Marcelo Ebrard Casaubon no le encuentra la cuadratura al círculo, se va o sigue en esa contienda toda dispareja con la Jefa de Gobierno; está claro que Marcelo tiene que definirse a la de ya, no hay de otra, sabe que no es favorito del Presidente, como tampoco Monreal. Ninguno de los dos representa la continuidad, no comparten la forma de gobernar del tabasqueño como tampoco las ideas, ni mucho menos tanto arrebato. Ebrard ya se sacrificó hace una década y dejó pasar a López Obrador, sabe que no habrá otra oportunidad, es ésta o adiós aspiraciones presidenciales, se acabó el sueño, seguramente definirá también en diciembre, no hay de otra.
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