Maria del Rosario Piedra Ibarra, de defensora de los Derechos Humanos, a defensora de la 4T

“UFFF, LA POLÍTICA ”

Rodolfo Mendoza/ 

Desde que se propuso para ocupar el cargo en la residencia de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) se generó la polémica por no cumplir con uno de los requisitos que exige la Ley para que puedan ocupar el cargo. La señora María del Rosario Piedra Ibarra no cubría con el perfil, ni mucho menos es licenciada en derecho; por supuesto que hubo oposición a la propuesta, por parte de organizaciones civiles y sociales que alzaron la voz, muchos colegios de abogados, académicos e intelectuales, en Palacio Nacional no se escucharon, en la Cámara de Diputados y en el Senado tampoco.

Los legisladores de oposición hicieron valer sus argumentos jurídicos, fueron muchos días de intenso jaloneo desde la Tribuna más alta de la Nación, finalmente la aplanadora guinda con su mayoría absoluta, aprobó el nombramiento y la señora Piedra, tomó protesta del cargo en la Cámara Alta el 16 de noviembre del 2019. Finalmente el más contento, el más satisfecho fue el presidente de la Republica, Andrés Manuel López Obrador, su propuesta se había impuesto y de ahí para acá la psicóloga, la activista social, la miembro del comité Eureka, ha tenido una actuación mediocre y gris, la señora Piedra llegó con la espada desenvainada, sin andarse por las ramas, echó a la calle a muchos de los comisionados y empleados de distintos niveles, violando sus derechos humanos, sin indemnizarlos, por ello es entendible que todavía haya demandas en contra de la CNDH y su titular. Por supuesto que se llevó a sus cuates y amigos, a todos les dio cargos con buenos sueldos, que no tienen experiencia porque no saben cómo elaborar una queja, eso es lo de menos, que sean honestos aunque no haya capacidad, hay irán aprendiendo con el paso de los días. Después vendría el conflicto con la feministas, a quienes había ignorado olímpicamente en sus demandas y peticiones, y por ello, dijeron no hubo  otra alternativa nada más  que tomar las instalaciones de la CNDH del Centro Histórico, que es donde venía despachando Chayito y como no había oficinas y con la pandemia del COVI 19 se ausentó por un buen tiempo, incluso sus más cercanos colaboradores, nadie sabía si estaba contagiada de COVID o andaba de vacaciones, pero finalmente apareció para regocijo de propios y extraños; bien a bien no se sabe si Chayito, como le dicen sus cuates, ha estado cerca de todo el circo que se ha generado con la investigación de los 43 normalistas desaparecidos y que el señor Alejandro Encinas, ya no siente lo duro sino lo tupido.

La entrevista al periódico The New York Times echaron su verdad verdadera, al cesto de la basura. La titular de la CNDH ha estado en contacto con los militares que se encuentran privados de su libertad, cuya responsabilidad esta sostenida con twits y watsaps sin haber comprobado su veracidad. Preguntamos, se han dado una vuelta ella o alguno de sus comisionados en los reclusorios que hay a lo largo y ancho del territorio nacional para que vean cómo y de qué manera muchos de los reclusos viven hacinados, muchos de ellos enfermos, otros más que han muerto contagiados por la pandemia del Covi 19, cómo son golpeados, que no hay medicamentos, muchos de ellos son violados. Y cómo seguramente no han acudido, todos los días en nuestro país son asesinadas 11 mujeres en México, no se ha dignado siquiera en hablar con los familiares de los periodistas que han sido asesinados, ahora la señora Piedra dio la nota, tiene tiempo para irse contra el INE en lugar de velar por los derechos de los ciudadanos.

Ahora es la Superheroina que protege los intereses de la Cuarta T y con ello está violentando la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y la Ley, ya que hay un claro conflicto de interés, los diputados y senadores de oposición exigen sea removida del cargo, total si no ha hecho nada……..  

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