Por Guillermo Pimentel Balderas/
Populismo, cáncer de la democracia: Raúl Trejo Delarbre
“Vimos lo peor de las lacras de la política…” “Fueron olimpiadas del fraude…” “Un carnaval del acarreo…” “Compra de votos, quemas, golpes, enfrentamientos, amenazas, gritos y pataleos”.
Estos, son tan solo algunos de los calificativos que se difundieron “a favor” de los dirigentes de Morena y de sus seguidores. Con este claro ejemplo de “democracia”, durante las elecciones internas de Morena en donde se “eligieron” a los 300 congresistas nacionales pues, más vale prevenirse para los posibles enfrentamientos (¿entre todos?) tanto en 2023 como en 2024.
“Están arrastrando a Morena a su degradación moral y política”. “Esta mascarada nos fracturará, porque han violado su esencia…” “¡Bochornoso! El uso de recursos públicos de manera ilegal y uso de programas sociales. Son delitos electorales que, inclusive, fueron ya aprobados en el Congreso de la Nación al modificarse la Constitución en su artículo 19; es un delito grave sin derecho a fianza”. “Fue una humillación para los que tenían buena fe”. Así, otras expresiones que se dieron y, se difundieron, por parte de morenistas inconformes con la política que se ha implantado a su dirigencia a base del populismo.
Por cierto, tocando este tema, del populismo, para mi ex maestro en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales y de Periodismo, en la UNAM, Raúl Trejo Delarbre, “el Populismo es un cáncer de la democracia”. Se dijo que, el Ala Democrática de Morena solicitara al TEPJF Informa la anulación de esta “fraudulenta elección interna”.
Populismo, cáncer de la democracia
En una entrevista con Ricardo Rocha, el académico, escritor y periodista mexicano (mi profesor de la materia “Prensa Contestataria”) sobre su más reciente publicación “Posverdad, populismo y pandemia”, dijo que el populismo entre otros rezagos, tiene la vocación para escindir a la sociedad.
Palabras más, palabras menos, expuso que hoy tenemos sociedades en todos los asuntos absolutamente plurales, que no hay un solo tema, ninguno, en el cual la sociedad mexicana este de acuerdo de manera unánime y, “que bueno… lo que sea, los derechos de las personas, las religiones, la política, y los deportes, por supuesto”, apuntó y aclaró que en todos los temas tenemos una diversidad de posiciones y en ningún asunto se puede decir que nuestra sociedad se divide en unos y en otros, en negros y blancos, en los que están de acuerdo y en los que están en contra.
“El populismo –asienta- trata de amalgamar a la sociedad en solamente dos causas, los que están con el líder populista y a aquellos a los que él considera sus adversarios y, entonces, al establecer esta diferencia artificial pero, que funcione en muchas ocasiones, se prescinde de los matices que siempre tiene la realidad. La realidad, insisto, no es blanco y negro, la realidad siempre está repleta de tonos de gris, de colores y, esto, es lo que se pierde desde la óptica populista que es impuesta desde el poder a la sociedad y se pretende que solamente tenemos dos polos en todos los temas”. ¿Más claro?
El cinismo en su apogeo
“A comparación de lo que ocurre con los partidos de oposición, en @PartidoMorenaMX sí hay pasión, hay convicción e interés de la gente de participar y ser parte de nuestro movimiento, porque eso es Morena: el pueblo organizado”, escribió Mario Delgado en sus redes sociales.
Y, todavía – con el sello de la casa-, se atrevió a declarar: “No podemos permitir que las viejas prácticas de otros partidos entren a nuestro Movimiento, aquí la gente debe mandar. No vamos a permitir que haya este tipo de prácticas, donde encontremos pruebas de que se haya hecho, se anularía la votación del distrito”. Y, ¿el presidente que dijo de sus huestes? ¡Más sarcasmo!
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