- Según un video que circula en redes sociales, se aprecia que en tiempos de campaña, cuando era opositor, López Obrador afirmó regresar el Ejército a los cuarteles
POR JOSÉ VIEYRA
Como dice el Presidente Andrés Manuel López Obrador, “¡benditas redes sociales!”… y es que cuando era opositor y estaba en plena campaña en busca de la Presidencia de la República, afirmó de manera tajante que una de sus promesas sería regresar al Ejército a los cuarteles y que no lo ocuparía para combatir al narco.
Este video que circula en redes sociales pone en entredicho lo declarado por el hoy Ejecutivo federal, que ahora afirma que es necesario su presencia en las calles para combatir a la inseguridad que azota a la ciudadanía.
De una manera sutil, aunque no lo diga, se entiende de un fracaso de la Guardia Nacional para lo que fue creada… ¿o será que ya cambió de misión y ahora sólo se dedica a combatir a los migrantes?
Para hablar sobre este tema polémico en los últimos días, nadie mejor que Elías Miguel Moreno Brizuela, presidente del CEN de la 4T en el Estado de México, quien afirma que el Presidente tiene doble moral, pues “él ha sido un hombre de izquierda que por años reiteró en su lucha política su rechazo a sacar al Ejército de sus cuarteles y ponerlo en las calles”.
“Rechazo de forma tajante la militarización del país para brindar seguridad a la ciudadanía y evitar violencia en cuestión de delincuencia”, advierte.
Al referirse al Presidente Andrés Manuel López Obrador, indicó que “él ha sido un hombre de izquierda que por años reiteró en su lucha política su rechazo a sacar al Ejército de sus cuarteles y ponerlo en las calles”.
Califica de “grave riesgo” el que se violenten los derechos humanos de la población al enfrentar a los militares con la población, “como lo denunció en el pasado… y la decisión de poner en las calles al Ejército es dura para una sociedad democrática”.
Habló sobre el señalamiento de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), que aseguró que hay un problema de indefinición y certeza jurídica en el decreto sobre la forma concreta de participación de las Fuerzas Armadas, lo que en principio se contrapone al debido proceso de custodia de cualquier detenido.
SE ACEPTA TÁCITAMENTE EL FRACASO DE LA GUARDIA NACIONAL
Moreno Brizuela afirmó que la participación activa del Ejército en tareas de seguridad pública en el resto de tiempo del actual sexenio, “sería el indicador de que la Guardia Nacional y el plan de contención de la delincuencia no están dando los resultados deseados… y por tanto hay un reforzamiento para lograr los objetivos”.
Explicó que en el contexto de la pandemia y sus consecuencias sociales empata con la idea de que el Ejército será para el gobierno un factor de contención de posibles reacciones sociales que se entiendan como actos de desestabilización gubernamental, por lo que se prepara lo necesario para una situación de crisis nacional mayor.
Agregó que es inevitablemente como ocurre en todo el mundo, las restricciones sanitarias impactan negativamente las economías de las naciones con crisis financieras, quiebra de empresas y enorme desempleo.
Dijo que el gobierno federal, a través de un decreto presidencial, anunció la intervención activa de las Fuerzas Armadas en tareas de seguridad pública en el resto de tiempo del actual sexenio.
Comentó que esa decisión es entendible de un reforzamiento del combate a la delincuencia organizada en todo el país, pero no es comprensible desde el punto de vista de las convicciones políticas e ideológicas de un Presidente de la República.
Indicó que se entienden las justificaciones que ha declarado el Presidente respecto a su confianza en las Fuerzas Armadas y la necesidad de que prevalezca la disciplina militar en las tareas de seguridad pública, pero enfatiza que “La labor y aportación social del Ejército Mexicano no está en debate”.
“VEMOS UN PRESIDENTE QUE AJUSTA SUS CONVICCIONES IDEOLÓGICAS A UNA EMERGENCIA DE SEGURIDAD PÚBLICA”
Aclara el ex senador que lo que sí es cuestionable es que sea la mayor opción de un gobierno de izquierda que, por décadas de lucha política, siempre se ha manifestado en contra de esta opción que contraviene los principios constitucionales de respeto a los derechos humanos y los tratados internacionales que le obligan a tener mandos e instituciones civiles en el combate delictivo y la vigilancia de las calles.
Puntualizó: “Lo que vemos es un Presidente que ajusta sus convicciones políticas e ideológicas a una emergencia de seguridad pública y explica sus actos con argumentos que contrastan con sus posturas y declaraciones, acciones que desde su lucha política de izquierda hizo para condenar actos similares en el pasado”.
Concluyó que en el proceso de construcción de la Cuarta Transformación el progresivo militarismo no debe ser la mayor carta de presentación de sus promotores en detrimento de los derechos humanos que deben prevalecer.
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