Redacción/Cosmopolítico
A VER, A VER…Algunos analistas, como Denise Dresser y Jorge G. Castañeda, ven pleito casado de Andrés Manuel López Obrador contra el flamante gobierno de Joe Biden, a fin de ganar las elecciones este 6 de junio y como distractor ante la grave crisis en que se encuentra México.
Y sí, Andrés Manuel convocara a sus mascotas y huestes antiyanqui para envolverse en la bandera nacional y subir sus bonos que van en caída libre. O sea, “quiere cepillarle los dientes al tigre”.
Como buen socialista marxista seguirá los pasos de Fidel Castro, Hugo Chávez, Nicolás Maduro y otros que tiran con la izquierda y cobran con la derecha, se dice.
The Financial Times, advirtió este 19 de enero: Con el arribo de Joe Biden a la presidencia de Estados Unidos, las relaciones entre él y su homólogo mexicano, Andrés Manuel López Obrador, serán más incómodas.
De acuerdo con el impreso, los problemas en temas de seguridad y generación de energías renovables, así como la relación que sostuvo con Donald Trump, serán clave en las tensiones entre ambos países.
En ese marco el canciller Marcelo Ebrard, quien ya se había encariñado con Trump, se aleja de la candidatura presidencial en 2024.
Empero, Ebrard acepta a regañadientes la nueva estrategia de su patrón, porque no se halla fuera de la nómina. ¡Dios nos libre! Pareciera exclamar. A ver cuanto resiste o sigue los pasos de sus ex camaradas de Gabinete.
Si bien, Andrés Manuel se sentía cómodo abrazado al voluminoso cuerpo del elefante, toda vez que llegó a Palacio Nacional con el aval de Donald Trump, se dice entre cercanos a David Garay, no será lo mismo con Joe Biden con quien no hay ningún compromiso.
El enfoque de Biden será más institucional y “no habrá ningún Jared (Kushner) a quien llamar”. Kushner, yerno y asesor principal de Trump, fue intermediario con México en temas de migración y otros, lo que mitigó los conflictos entre ambos gobiernos.
The Financial Times señala que, desde el lado mexicano, la politóloga Denise Dresser opinó que el presidente López Obrador buscará aprovechar este cambio en el gobierno de Estados Unidos para usarlo a su favor en las elecciones intermedias.
“Con Biden, López Obrador tiene la intención de volver a ser un puercoespín. No mostró sus espinas con Trump, pero lo hará ahora (…). Es como si López Obrador intentara de manera preventiva crear un hombre de paja con quién pelear usando el antiamericanismo y el nacionalismo para ganar puntos políticos en México”, declaró Dresser al Financial Times.
Otro factor de choque entre los gobiernos de López Obrador y Biden es el tema energético. Empresas estadounidenses de este sector tienen grandes inversiones en México, pero el macuspano sabotea la generación de energía renovable para favorecer a Pemex y CFE, monopolios estales.
En efecto el tabasqueño apoya los combustibles fósiles, en tanto que Biden quiere que Estados Unidos sea neutral en carbono para 2050.
Hay que recordar que el gobierno estadounidense criticó la postura de su similar mexicano al indicar que las inversiones en México están en alto riesgo, además de estar en contra de las regulaciones pactadas en el T-MEC.
“Creo que es solo cuestión de tiempo antes de que se presente el primer caso [contra México bajo el T-MEC]”, dijo al Financial Times Juan Carlos Baker, director gerente de Ansley Consultores.
Y si además, sumamos los intentos de López por amarrarle las manos a los agentes estadounidenses que operan en México, con el sueño guajiro de que reporten todas sus investigaciones sobre el crimen organizado, peor tantito.
En este contexto, la exoneración del general Salvador Cienfuegos por parte de las autoridades mexicanas ha hecho que el gobierno estadounidense “amenace con detener la cooperación en investigaciones criminales en México, luego de que López Obrador irresponsablemente diera a conocer el expediente que le hizo llegar el gobierno del vecino país del norte.
Empero un pleito con el gobierno estadounidense no sólo sería grave para México, sino suicida para Don Gato y su pandilla. ¡Ay nanita!
MIENTRAS TANTO…
Las declaraciones de “Juan”, un testigo protegido en las pesquisas sobre la desaparición en 2014 de los 43 normalistas de Ayotzinapa, publicadas en el diario Reforma este 20 y 21 de enero, donde dice que funcionarios y militares fueron protectores del cartel “Guerreros Unidos”, cambia en 180 grados “la verdad histórica”.
Y no sólo eso, sino que salpica a personajes claves de seguridad pública, como es el caso de Omar García Harfuch, actual jefe de la policía de la ciudad de México y que en 2014 se desempeñaba como coordinador de Seguridad Regional de la Policía Federal en el estado de Guerrero, quien según el declarante recibía 200 mil dólares mensuales, unos 4 millones de pesos al tipo de cambio actual, por permitir el “trasiego de la droga”.
Asimismo, “Juan” involucra a otros como Leonardo Octavio Vázquez Pérez e Iñaki Blanco, secretario de Seguridad y Procurador de Guerrero, en el gobierno de Ángel Aguirre. Según “Juan”, tales funcionarios recibían 50 mil dólares al mes, o sea un millón de pesos al tipo de cambio peso- dólar actual.
También “Juan” dice que la nómina de “Guerreros Unidos” incluía a los Batallones 27 y 41 de Infantería, a cuyos militares pagaban de 60 mil a 120 mil pesos, según el rango, aunque señala que había un General que recibía hasta 5 millones de pesos cada mes…. ¿Un General? ¿Quién será?
También falta por saber qué dice “Juan” sobre los apoyos de “Guerreros Unidos” a políticos de izquierda en la entidad, sobre todo los que andaban en campaña en 2012. Veremos, veremos, veremos (unomasmega@gmail.com)
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